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Insultar ya no sale gratis y además el tablón mundial de anuncios, publicidad y propaganda en lo que se ha convertido la internet ha dejado de ser el lugar para una gran parte de los delitos que se cometen, aquellos que tienen con ver con la privacidad y el derecho al honor. Quizás este sea el comienzo de una legislación que busque proteger a las personas y restrinja aquella libertad que permitía "poner a parir" a cualquiera por el simple hecho de ser otra persona. Existe responsabilidad jurídica por insultar y por propagar el insulto. Aún es pronto para concluir que la medida legislativa puede ser útil. Las leyes no actúan de forma inmediata y además son difíciles de aplicar cuando un tipo de delito que antes se consideraba inexistente sale a la luz jurídica. Los jueces y el sistema judicial son incapaces de ejecutar esta medida, ya están desbordados por las circunstancias que todos conocemos, falta de recursos, mecanización, automatización de procesos, discreccionalidad, etcétera, pero... aquí empieza una nueva era para la privacidad, ya no solo las empresas tienen derecho a la protección de su marca, ahora las personas ya pueden proteger la suya propia, esto es, su nombre y sus apellidos.

Fuente: elpais.com