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Gemma Sánchez Pareja piensa que los créditos de una película no interesan a nadie. Debe ser de esas personas que sufre viendo cine y se atiborra a palomitas y refrescos mientras hace continuos comentarios en mitad de la película, es decir, de esas personas que viven en la caverna mediática y son molestas nada mas están en la fila para comprar las entradas. (Así recordamos a Woody Allen).

Esta directiva que no tiene ni idea de televisión fue contratada en la época de Luis Fernández para oprobio de los profesionales y ahora se permite el lujo de opinar de cine.

Sánchez Pareja no representa la opinión de los trabajadores y dudamos que represente la opinión de RTVE y es sencillo de explicar. Cuando se compran los derechos de emisión de un filme, también se compran los derechos de emisión de los créditos, de manera que se compra algo que se tira a la basura por una ineficiente mentalidad que aparta del plato de la parrilla aquello que no le gusta. Sánchez Pareja se come las patatas y deja el pescado en una actitud infantil y nada profesional.

Pongamos por caso que una película cuesta 96.000 euros y dura 96 minutos incluyendo los 6 minutos de créditos, pues ni corta, ni perezosa ella, si ella, decide desprenderse de 6000 euros y esto es una conjetura, porque las películas pueden llegar a costar muchísimo mas. Si sumamos un año, ¿de qué hablamos?, ¿de un millón?, ¿de dos millones?. Además la cadena debe rellenar con contenido esos 6 minutos por lo que deberá pagar dicho coste adicional. Suma y sigue con el esperpento y ¿se le da bonus por su buen discurrir?

La situación económica en RTVE es resultado de una dirección anterior a la hominización de los monos y dudamos que exista capacidad volitiva para entender que es la economía y por supuesto el cine. La mujer que sabía demasiado poco ha dejado su impronta en cuanto ha tenido la oportunidad de abrir su boca.

Fuente: 20minutos.es