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Siempre que hay dimisiones, ceses o nombramientos nos parpadean las orejas y rezamos para que se los lleven de una vez por todas. Están en Rtve desde la época de los trilobites del PSOE.

Se fueron, por fin Corrales, Eleta, Abbad, Florez, pero sus vasallos siguen arriostrados. Son 29, salvo error u omisión, mal llamados directivos por su función y... bien llamados directivos por su retibución. Más de 2.000.000 de euros a repartir anualmente. Un buen ahorro para las exhaustas arcas de la Corporación. 

Echenique se ha ido y su falta de idoneidad, (El ocaso de RTVE o por qué los abogados del Estado no sirven para todo) para el puesto que ocupaba, impidió que rescindiera el contrato de esos personajes que han hundido la cadena en menos del 10% de audiencia. Ahí siguen, Arlegui, Bodega, Prieto, Esparza, Elguera, Estremera, Meer, Peñate, Rivas, y unos cuantos mas. Los que posteriormente vinieron con el PP, mejor no hablar porque se nos erizan los cabellos, son tan brillantes que se confunden con la circonita.

Ya puestos, podían suprimir algunos directivos fijos, no son necesarios y lo único que hacen es perturbar el buen funcionamiento. Sin ir demasiado lejos, Antonio Losada podría desempeñar otro papel que no fuera el de Director de Producción, sería de agradecer, muchos lloraríamos de emoción. Entre los jefecillos fijos hay donde elegir y aquí se podría obtener un buen ahorro. No mencionamos los departamentos con 1 jefe para 7 indios. Hemos olvidado mencionar a Luis Redón, inventor de la burocracia presupuestaria. Una persona sublime en sus apreciaciones sobre el tránsito de los presupuestos.

Hay mas contertulios de la dirección, aficionados al golf, (famoso era el jefecillo de personal que abandonaba su puesto, determinados días, para ir a echar unos hoyos a Majadahonda), jugadores de polo, con caballo y todo, coleccionistas de coches o algunos que aprovechaban a correr por la Casa de Campo para estirar las piernas, son directivos y tienen que tener aficciones propias de su clase social.

Algunos jefes han nacido de pie y no han dado un palo al agua desde que comenzaron a balbucear en RTVE, como Willy Fog, famoso era por su adicción a viajar con cargo a TVE, aprovechando cualquier evento, otros han aprovechado su relación paterna para medrar por parejas en poco tiempo, circula el chiste sobre que "no hay dos sin tres", para eso se celebran cumpleaños en los despachos y se isntalan moquetas para no manchar el suelo. Hay tantas anécdotas que podría configurarse un calendario y reseñar cada día una diferente.

Tenemos mala memoría, pero si nos tiran de la lengua saldrían muchos directivos con el carnet en la boca de algún sindicato. Se afilian para estar protegidos en las comisiones de seguimiento. Cuando se les critica, envían mensajes privados por el "guasap", diciendo a los secretarios generales, ¿dónde están los tuyos, que no me defienden?.

RTVE sigue impoluta. Hay comisiones para todo. Una mesa de producción, una farsa, una mesa de formación, una tragicomedia, una mesa de empleo, un vodevil, una mesa de convenio, una cantata... Es normal en una empresa con mas 1200 afiliados a sindicatos. Lo que pasa es que hay dos clases de profesionales, los iluminados y los que encienden los focos y estos últimos pagan la factura de la luz.

Nos preguntan por los pasillos, "vosotros que sabéis.. ¿Qué va a pasar ahora?".

No va a pasar nada, todo seguirá hundiéndose, aún más si cabe, porque todavía no ha nacido el "salvador" de la tele pública y primero hay que salvar el país del nacionalcatolicismo catalán.

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